Con motivo del Master de Gestión Cultural en el que ando metido —razón que ayuda a que no pase por aquí mucho, ya que se une al trabajo y la Tesis Doctoral— me he topado con una fundación que recibe el nombre Universidad de Padres; de la que he tenido que realizar un pequeño análisis que hoy compartimos con todos, más que nada, para demostrar que sigo vivo:
Las escuelas de padres han estado tradicionalmente vinculadas a la
enseñanza obligatoria, apoyando a los progenitores en la formación de sus
hijos, pero también realizando actividades paralelas a las meramente formales
que fomentarán la educación trasversal mediante actividades más lúdicas. La
Universidad de Padres va un paso más allá y, libre de las injerencias de las
Administraciones Públicas, ofrece un amplio plan de estudios on-line para
padres de hijos menores de 16 años.
Parte, además, de un objetivo diferente, al buscar que los niños
desarrollen su inteligencia al máximo de sus posibilidades, y con ello el
talento innato que puedan esconder. Para ello se ha planteado un sistema de
trabajo destinado a fomentar el talento flexible, es decir, la inteligencia
práctica sobre los conocimientos teóricos.
Con un sistema on-line y la presencia de tutores, la Universidad
de Padres ofrece cursos a distancia, segmentados en diversas etapas de
aprendizaje según la edad de los menores, que son el objetivo final del trabajo
si bien este realiza a través de la intermediación de los padres.
Pero la Fundación Educativa
Universidad de Padres que creada en el año 2008, no es solo un centro
educativo, sino que también es un centro de investigación dirigido por José
Antonio Marina, que busca el desarrollo de un proyecto pedagógico y educativo
dirigido a ayudar a los padres. Además, la formación de docentes y de otros
profesionales y la elaboración de programas específicos para la prevención o el
tratamiento de problemas educativos también tienen un papel destacado. Al que
se ha unido la Escuela de Parejas y el proyecto de pedagogía ciudadana: Ciudades con talento.
La vinculación de la Universidad de Padres con la
Fundación SM, nos permite comparar el proyecto con otros similares vinculados a
organizaciones educativas, como es el caso de Proyecto Príncipe, del grupo
Attendis. Aunque se desarrolla en dos esferas diferentes, pues el Proyecto
Príncipe trabaja directamente con los alumnos de infantil y primaria con el
profesorado de sus colegios, realizando paralelamente actividades con los
padres. La Universidad de Padres, sin embargo, centra el trabajo en los padres.
Además, mientras el Proyecto Príncipe es “presencial” —entendiendo por
presencial que se trabaja directamente con el objetivo final: los
niños— la Universidad de Padre hace usos de las nuevas tecnologías
mediante cursos on-line con el refuerzo de tutores. Además, ofrecen materiales
didácticos a través de una biblioteca[1] y una
revista especifica.
El proyecto de la Universidad de Padre tiene tres
focos de atención: padres, educadores y niños, siendo estos el objetivo final. Si
bien está dirigido expresamente a los padres y los educadores, con el fin de
desarrollar la inteligencia no formal. Se busca así compaginar la educación
formal propia de los centros educativos y con las materias oficiales
—matemáticas, historia, lengua,…— con el desarrollo de sus vinculaciones
prácticas: artes, tecnología, mecánica,… pero también fomentar la imaginación y
la capacidad de innovación de los niños. Se apoya así un perfeccionamiento
vital de los niños, con el objetivo de darle herramientas para que puedan
desarrollarse plenamente en el mundo profesional.
Además, mediante el uso de aulas virtuales se
pretenden crear redes de padres y profesores, que permitan el intercambio de
experiencias y una interacción más directa entre los matriculados en los
cursos. Y, en cierta forma, la extensión del proyecto por toda España. Quizá,
uno de los principales problemas que se encuentran a la Universidad es la falta
de una sede estable, si bien vienen realizando actividades con la Universidad
Antonio de Nebrija, que permita un contacto más directo y real entre los
matriculados, pero el uso de las nuevas tecnologías debería contrarrestar esa
falta de cercanía. Además, la existencia de tutores permite una educación más
personalizada.
Análisis del
proyecto educativo Universidad de Padres
Si bien el proyecto se antoja interesante desde un punto de vista
educativo y los trabajos realizados junto a la Universidad de Nebrija
demuestran un claro interés por avanzar en los estudios sobre la educación en
talentos, nos resulta complicado valorar los resultados de un proyecto
meramente on-line y del que apenas hemos podido encontrar referencias externas
más allá de publicaciones publicitarias en prensa. Aunque los recursos
ofertados se acomodan a las necesidades de tiempo y medios actuales, donde a
ciertos niveles profesionales resulta relativamente complicada la educación
presencial por la falta de tiempo libre, creemos que al tener por objetivo
final a los niños y no a los padres, podría quedar coja la formación al no
valorarse adecuadamente las capacidades de estos.
Por otro lado, la experiencia personal con otros proyectos
similares como el ya citado Proyecto Príncipe o las llamadas “Escuelas de
Padres” adscritas a los Colegios Públicos andaluces, muestra que la implicación
de los padres en la educación de sus hijos favorece el desarrollo personal de
los mismos a la vez que aumenta los conocimientos y la formación transversal de
los escolares.
Por otro lado, al tratarse de un proyecto privado impulsado por el
filosofo toledano José Antonio Marina a raíz de la publicación de “El talento de los adolescentes”[2] nos surgen ciertas dudas:
1.-
La Fundación que dirige la Universidad de Padres recalca la importancia de José
Antonio Marina, sin embargo, nos ha resultado imposible encontrar un
organigrama de la misma. Tan solo hemos podido comprobar que José Antonio
Marina es su presidente, desconociendo quienes son los patronos de la Fundación
y quien compone su Junta directiva o su sede fija.
2.-
Existe una importante vinculación con el grupo editorial Planeta, a través de
su filial para ensayo y edición académica “Arial”. Además, existen
vinculaciones con la Universidad de Nebrija, en la que ejerce de profesor José
Antonio Marina.
3.-
Los elevados precios de los cursos, superiores a los 100€ por etapa y para
periodos de 4 meses, llevan a pensar que el proyecto es absolutamente
sostenible, si bien parece encaminado a un enriquecimiento personal más que a
una “movilización educativa”[3] mediante
la colaboración desinteresada de la sociedad.
Así, nos encontramos con un proyecto con un
ideario claro, destinado a la formación integral de la sociedad desde las ideas
propias del filosofo Juan Antonio Marina, que podríamos incluir dentro del
Humanismo Laico que ha tomado posiciones en los últimos años frente al
Humanismo Cristiano que había ido copando la educación privada y concertada en
España desde hace décadas. La Universidad de Padre ofrece un plan global que
engloba todas las etapas de la infancia hasta la entrada en la adolescencia (de
0 a 16 años), a través de la formación paterna y con vinculaciones en las
escuelas y la propia sociedad.
El secretismo que parece imperar respecto a la Fundación y en el
eminente carácter personalista de la misma, que también puede comprobarse en la
biblioteca digital y en los créditos de la Fundación, nos hace mostrar ciertos
reparos por este proyecto, frente a otros más cercanos a los destinatarios y
con amplios equipos de trabajo que sí son conocidos. Aquí, sin embargo, solo
llegamos a conocer a tres personas del equipo de la Fundación[5],
quedando los contenidos y la redacción de los proyectos educativos a cargo del
“Equipo de la Universidad de Padres”[6]
desconociéndose quienes la componen o la formación de los mismos.
Así, aunque el proyecto se muestra interesante para completar los
estudios oficiales —entendiendo por esto la Educación Obligatoria acogida a los
planes de estudios aprobados por la Administración Pública— y creemos que la
interacción de padres, educadores y alumnos es necesaria para una formación
integral y no solo académica; el hermetismo de la Fundación en pleno siglo XXI,
la falta de una dirección física, la ausencia de rostros y nombres para el
equipo técnico así como para los tutores,… nos provocan cierto recelo en el
proyecto.
Que, sin embargo, y como modelo empresarial destinado a la educación
transversal, creemos que ocupa un hueco vacío en el espectro nacional lo que
conlleva su rápido posicionamiento en el mercado y el consiguiente beneficio
que la hace sostenible.
[1] http://www.bibliotecaup.es/index.php La biblioteca cuenta, además, con una
aplicación para Android y AppStore que permite la consulta desde dispositivos
móviles.
[2] Marina, José Antonio: El talento de los adolescentes,
editorial Ariel, 2014. Reeditado actualmente en la colección “Biblioteca
Universidad de Padres”
3] http://www.movilizacioneducativa.net/
[5] Dirección técnica: Iván Marina López; Diseño y
programación: Diego García de Enterría; Ilustraciones: Marcus Carus.
[6] http://universidaddepadres.es/universidad-de-padres/creditos/
Comentarios
Me ha gustado mucho su artículo. He leído algunos de los libros de Biblioteca UP y me había animado a matricularme en la UP. Pero, estoy buscando por toda la red experiencia previas, opiniones, etc y no he encontrado prácticamente nada. Parece que J. A. Marina propone algo muy interesante pero el formato, la información, y otras cosas sospechosas parecen indicar que este proyecto es un camelo. Pagar 100 euros para hacer un curso cuyo contenido esta en 6o7 libros que valen 15 euros cada uno, donde el asesoramiento lo hacen unos tutores desconocidos, parece mas una estafa que un proyecto sin ánimo de lucro.
Se dice en varias páginas, que parte de los fondos se utilizan para investigar sobre la teoría de JA Marina. ¿Es entonces una trampa para captar fondos para que un grupo desconocido, liderado por el ideólogo principal, desarrolle su investigación sin dar el servicio que aseguran dar?
En cualquier caso, gracias por su artículo y si tiene enlaces o materiales que puedan echar luz sobre este proyecto, agradecería me los hiciese llegar.
Un saludo
Gracias por tu comentario. Como ya he dicho, es casi imposible encontrar enlaces externos referentes a proyecto. Incluso en algún momento tope con "parte de la información ha sido borrada" de Google con motivo de las leyes referentes al "derecho al olvido" en internet. Casi lo único —lo único— que encontrarás serán publi-reportajes en prensa (principalmente ABC y la Razón)
me llamo Manel y este curso 2016 me he apuntado a la Universidad de Padres, concretamente al curso de preadolescentes de 11 años.
El curso es muy completo la verdad, y seguramente el formato les encaja a muchas familias, sin embargo, a mi me parece que tienen muchos textos y muy largos, para eso ya me sirve todos los libros que he leído y que puedo leer de la biblioteca del barrio o los que yo me quiera comprar.
Los vídeos grabados de expertos son muy largos, de una hora o más.
No están indizados y se hace bastante largo y pesado escucharlos hasta el final.
El hecho de intentar leer todas las aportaciones de las familias se convierte en una tarea hercúlea, pesada y monótona.
Insisto en que soy de la opinión de que cada uno debe averiguar por si mismo si un proyecto le encaja o no.
Pero si me he decidido a poner este post es porque después de apuntarme a este curso y ver lo que realmente había, les pedí que por favor me dieran de baja y me devolvieran el dinero.
Finalmente su respuesta ha sido que no.
Así es que al menos, lo único que quiero transmitir es que si os queréis apuntar al curso que sapais que si no os gusta no os van a devolver el dinero.
Atentamente,
Manel