Hoy es domingo, debería cerrar por vacaciones, pero soy incapaz. Me he
dado cuenta que, como los maestros constructores del barroco, también yo sufro
de horror vacui y necesito recargar mi vida con cosas que hacer. Es cierto que,
quizá, debería dejar algo, pues mi cuerpo y mi mente podrían terminar resintiéndose;
pero ¿qué abandonar? Tengo claro que, mientras pueda, seguiré adelante con todo
ello: Manos Unidas, el trabajo, la tesis, los libros, el blog, el inglés.
Necesito rellenar mi vida de aquello que me llena aunque algunos crean que dejo
de lado otras cosas importantes. Y sí, es posible que por mi forma de ser, la
vida social quedé en un segundo plano.
Sé que debería salir de mi propia burbuja y, como me dice alguna buena amiga,
hacer acto de presencia y “abrir círculos”. Seguro que tiene razón, pero en
estos días tan solo me apetece encerrarme con mis libros, leer más y más:
literatura e historia, pero también otras cosas. Estos días vuelven a mis manos
letras filosóficas, que…