No tenía en mente acudir a ver “La noche más oscura” (Kathryn Bigelow) pensando, de forma totalmente equivocada, que
estaríamos ante otra americanada más,
cargada de exaltación a la bandera y a los héroes patrios. Craso error. Bigelow
hilvana una historia cruda que casi roza el documental, sin dejar de lado los acontecimientos
más bochornosos de la caza de Ben Landen: las cárceles secretas, las torturas,
los asesinatos. Entremezclados con los ataques terroristas para enmarcar la
obsesión de Maya (Jessica Chastain) por encontrar al terrorista más buscado de
todos los tiempos.
Un thriller ambientado en Afganistán, narrado con una calidad impresionante que
convierte el largo metraje en un acierto. Dividido en capítulos narra la
persecución de Ben Laden hasta el final que todos conocemos y comienza en
negro, casi en silencio, voces que se entremezclan de forma estremecedora. Un
inicio de muchos quilates que muestra ya hacia dónde vamos. No hay lágrimas fáciles,
no hay imágenes dantescas; se tratan los atentados (Nueva York, Islamabad,
Londres,…) con respeto, alejándose del morbo para centrarse en la historia de
Maya y los agentes de la CIA que durante 10 años buscaron al líder de Alqueda.
Y Junto a Maya encontramos a Dan (Jason Clarke) que adiestra
a la joven e inexperta agente recién llegada a Oriente Medio en las artes de la
tortura. Él es la cara oscura de la lucha terrorista y en su figura se
representan los mayores males de la administración americana hasta la llegada
de Obama, el hombre que ordena terminar con las cárceles y las torturas y que,
curiosamente, termina dando la orden de matar a Ben Laden.
Obviamente no estamos ante un documental, y se trata de ficción, pero rodada con una
calidad técnica magistral que aumenta, si cabe, el valor de las
interpretaciones de todos y cada uno de los agentes que intervienen en la
cinta. Una película que te mantiene pegado en el sillón hasta el final, aun
sabiendo cual será, y que termina con una escena rodada casi en tiempo real del
asalto a la casa en la que se ocultó el terrorista.
Dicen de ella que huele a Oscar, y no lo dudo, ya que, al
menos para mí, ha sido una de las grandes cintas del año y, desde luego, una gratísima
sorpresa.
Como nota curiosa: el brutal atentado del 11-M en Madrid no
es tratado ni una sola vez como acto de Al-Qaeda.
Comentarios