Se termina
el curso, y con el final del curso llegan las vacaciones, el final de los
madrugones y el descanso terrenal del guerrero moderno. Comienza la fecha de
los buenos propósitos con el consabido "aprovecharé para...":
Aprovecharé para terminar la tesis, aprovecharé para leer ese libro que no he
podido, para ir a jugar al fútbol con los amigos, para descansar, para... para
nada. Luego el tiempo se viene encima y no da tiempo para hacer nada de lo que
querríamos hacer. Aún así, traigo buenos propósitos para los dos próximos
meses:
- Avanzaré en la tesis tanto como pueda.
- Me leeré -de una vez- "El tiempo entre costuras" que tanto me han recomendado, justo después de terminar "Danza de Dragones".
- Pasearé por la playa.
- Terminaré la segunda parte de Llamadme Cabrón.
- Describiré nuevos Tipos del verano.
- No usaré helados en vano.
- No me levantaré después de las 10, que no sé si Dios ayuda a quien madruga, pero desde luego le da más tiempo.
- Aprobaré el writing de inglés.
- Acudiré a toda barbacoa a la que se me invite.
- Iré preparando la mente para la vuelta, dentro de dos meses, al trabajo.
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