Ayer vi Toledo, y supongo que seguiré viéndola mientras sea capaz de soportar la calidad ¿interpretativa? de Maxi Iglesias (alguien, algún día, tendrá que explicar porque a este chico se le siguen dando protagonistas con los buenos actores que hay en España). Aunque como historiador, recreacionista y –mal- esgrimista no puedo más que ponerle algunos peros.
1º.- Cuando haces una serie histórica de pretendida calidad tienes que tener cuidado con los personajes reales. En la serie tenemos al Infante Fernando de la Cerda y al príncipe Sancho; el primero rondando los 16-18 y el segundo superando con creces los 20. Pero la realidad es que Fernando es el segundo hijo de Alfonso X (nace en 1255) y Sancho es el tercer hijo varón del rey (nace en 1258), con lo que en la serie debería tener 13-15 años. El primogénito, Alfonso Fernández, Señor de Molina y Mesa, es hijo natural y no entra en la línea sucesoria.
1º.- Cuando haces una serie histórica de pretendida calidad tienes que tener cuidado con los personajes reales. En la serie tenemos al Infante Fernando de la Cerda y al príncipe Sancho; el primero rondando los 16-18 y el segundo superando con creces los 20. Pero la realidad es que Fernando es el segundo hijo de Alfonso X (nace en 1255) y Sancho es el tercer hijo varón del rey (nace en 1258), con lo que en la serie debería tener 13-15 años. El primogénito, Alfonso Fernández, Señor de Molina y Mesa, es hijo natural y no entra en la línea sucesoria.
2º.- En varias ocasiones se le llama “príncipe” cuando hasta 1388, con el futuro Enrique III, no se titula como príncipe al heredero del trono castellano. Desde ese momento, y como reflejo de lo que pasaba en Inglaterra y Francia dónde se destaca al heredero sobre el resto de infantes entre la diplomacia, se le nomina como Príncipe de Asturias.
3º. Si damos como buena la edad de Fernando en 16 años, el rey Alfonso debía tener 49 años y nos encontramos en 1271-72. Se ha producido ya, por tanto, la conquista de Cádiz (realizada en 1263) y el rey está sumido en la conquista del Estrecho tras las revueltas moras propiciadas por Granada en 1264. Su presencia en Toledo es nominativa y la corte se encuentra en Sevilla, donde estaría –exceptuando momentos concretos en las que se reunirían Cortes en Valladolid y Toledo- desde época de Fernando III.
4º.- En 1272 la frontera con Granada está establecida más allá del Guadalquivir, luchándose en la sierra de Cádiz, y habiéndose conquistado ya Jaén ¿de dónde surgen las partidas moras que atacan Toledo en 1262? ¿Quién es este Abu Bark y cómo es que tiene señorío cerca de Toledo? Recordemos que D. Rodrigo está asediando su castillo cuando es llamado por el rey, regresando a la ciudad en muy poco tiempo; mientras que las tierras de Abu Bark debería estar, al menos, en las actuales provincias de Málaga o Granada.
5º.- La convivencia entre culturas es una falacia: las juderías estaban cerradas –en algunos casos hasta con murallas internas- y los barrios moros habían sido ocupados por cristianos ricos. Alfonso X favorece la tolerancia entre las diferentes religiones, pero eso no supone que sea fácil ni real -y las cántigas de Santa María son un claro ejemplo-.
6º.- Alfonso X no fue un rey fuerte, en 1272 –que hemos aceptado como fecha en la que se encuadra la serie- se tiene que enfrentar a una grave crisis dinástica al levantarse en armas el infante Felipe –su hermano- y Nuño González de Lara que marchan a Granada causando graves desastres a su paso. Curiosamente será el infante Fernando quién lleve las negociaciones, logrando la paz por lo que ¿realmente estamos ante un niño mal criado y caprichoso como lo muestra la serie? No, estamos ante un príncipe que podría haber sido un gran rey.
7º. En un momento de la serie, el “príncipe” Sancho escucha como su padre alaba a Fernando, del que dice sería un gran rey. Dato curioso, porque nos indica que aún no está sancionada las “Siete Partidas” con la que se instauraba el régimen hereditario de primogenitura –recordemos que Sancho es el príncipe en la serie, aunque no en la realidad-, y que hizo que Sancho se enfrentase a su padre por la corona tras la muerte de su hermano y el nombramiento como heredero de su sobrino. Hasta ese momento se habría mostrado fiel a su padre y a Fernando, aunque moviendo hilos para suceder a D. Alfonso ya que fueron muchos los nobles que no reconocieron la heredad del trono por primogenitura. Pero hay más, el hecho de que se deje entrever que las “Siete Partidas” no están firmadas adelanta la trama a 1265. ¡Oh, Dios mío! Los infantes tienen 11 y 9 años, Alfonso se encuentra en Sevilla sumido en el "Fecho de Allende", hay sublevaciones moras en Castilla y la tolerancia entre culturas no existe más que con los prestamistas judios.
Con todo queda claro que el “hecho histórico” no se corresponde con la realidad, pues nada de lo visto encaja en nuestra propia historia. Problema, me temo, de no contar con historiadores entre los asesores a la hora de realizar la serie. Y es una lástima, porque la serie cuenta con recursos para ser de calidad, aunque tiene un par de peros más:
- El nivel interpretativo está lejos de ser el deseado. Maxi Iglesias se puede deifinir como "dos ojos para que suspiren las quinceañeras", pero no es actor. Sólo Eduard Farelo (Rodrigo), Juan Diego (Alfonso X), Alex Angulo (el judío Abraham) y Mario Vedoya (Taliq) elevan algo el nivel. Pero ni los guiones ni la sobreactuación del resto les permite mejorar, amén de que todos son personajes muy secundarios. De las actrices femeninas no hablamos, hasta este momento han sido meramente decorativas -¿ese baño de tobillos de Fátima -Paula Rego- tiene algún sentido?
- El casting realizado es lamentable ¿Quién tuvo la idea de colocar a Maxi Iglesias como protagonista? Pero, además, tenemos como Arzobispo Oliva a ¡Rubén Ochandiano! El primado de Castilla y confesor del rey no es más que un joven imberbe y que quita toda credibilidad al personaje. Tal vez deberían aprender de Águila Roja en la que José Ángel Egido crea a un intrigante Cardenal Mendoza.
- En una serie en la que las batallas están a la orden del día, aquellos personajes que van a aparecer como guerreros deben saber usar las armas. Yo les dejaba dos días con Maese Acedo para que aprendieran que la mano y media se maneja con la izquierda, y unas leves nociones sobre la Destreza Auténtica.
- En este país comienza a crecer el gusto por el recreacionismo, y hay muy buenos grupos. Quizá una leve consulta les habría llevado a saber cómo se viste un caballero y un peón; que no todos los guerreros portan espada y que son muy pocos los caballeros porque mantener caballo y armas son caros. Menos aún podría mantenerlos un señor menor como D. Rodrigo, que sin embargo acude al campo de batalla con grandes huestes.
Una lástima, que me lleva a reafirmarme en mi premisa de que en España no sabemos hacer buen cine/televisión histórico.
Comentarios
Mi intención era ver al menos el primer capítulo pero como amante de la Historia algo me decía que no debía verlo... veo que no me equivocaba.
Gracias por las explicaciones, un saludo.
Aunque he de decir que la valoración final "en españa no sabemos hacer buen cine/televisión histórico", deja entrever que en otros sitios sí. Por eso los indios siempre han sido los malos de la película, y en Estados Unidos piensan que Isabel la Católica, Hitler y Margaret Tatcher son la misma persona...
mundo cruel.
Lamento no haberme sabido expresarme con mas claridad, pero el internet no es lo mio, hasta tal punto que no se lo que he hecho y no consigo que me ponga tildes en las palabras.
Con respecto a mi simpatia por los indigenas de USA, puedo indicarle que he publicado varios trabajos sobre ellos: Geronimo; Caballo Loco; Toro Sentado; Sociologia de los Siux-Lakotas, etc, ahora estoy preparando dos, uno sobre la sociologia de los cheyennes y otro sobre el imperio comanche.
Respecto a que no se sabe hacer, la realidad es esa: con grandes historias y grandes cineastas y actores, al final, el genero histórico no logra realizarse. En ocasiones por falta de asesores históricos, otras veces porque los actores no son creíbles.
Lo cierto es que mientras en otros países se logra crear la ambientación perfecta, aquí siempre pecamos de engrandecer a unos y crear malos-malisimos, y de hacer todo muy telenovela.
Eso no quita para que la serie pueda ser entretenida, pero no es histórica, es Aguila Roja
Es como cuando vas de viaje y los guias te hablan de los "árabes" que hicieron X monumento andalúz. Hablen con propiedad, porque árabes hubo muy pocos, la mayoría fueron moros -ya fuesen bereberes o de otra etnia- Y la palabra "moro" es muy bonita y no quiere decir más que "mauro" (el que viene de Mauritania)