Llevo dos años colaborando con El
Farol, un programa de entrevistas que somete al entrevistado a un test sobre
historia y costumbres locales, en la que debe descubrir el farol de las cinco
historias contadas. Y lo he pasado
realmente bien, tanto preparando las historias como inventando los faroles,
casi todos sobre la marcha y gracias a la inventiva y buen hacer de Manolo que lograba sacar lo que no sabía que era
capaz de dar. Desgraciadamente el programa ha llegado a su fin pero algo bueno
he podido sacar.
Ayer nos reunimos muchos de los
que hemos estado este tiempo compartiendo pantalla y la tarde fue absolutamente
excepcional. Casi cinco horas pasamos departiendo de historia y Cádiz, de vida
y vivencias y descubriendo a personas absolutamente increíbles.
En lo personal, lo más importante
fue el contacto directo con Jesús Maeso, referente en el mundo de la novela
histórica y que me sorprendió por la cercanía y por el interés y por su
sencillez (cuando todos conocemos a otros que sin ser nada se creen mucho,
empezando por mi propio egocentrismo).
Aunque, todo hay que decirlo, la
estrella invitada fue sin duda quién (no diré su nombre pues vi que bajo su
apariencia se esconde una persona humilde y tímida) nos deleito con una disertación
sobre la Historia de Roma tan increíble que en solo 3 horas aprendí sobre los
emperadores germánicos más que durante toda la carrera.
Una lástima, como digo, el fin del
Farol, solo espero que estas “faroladas” aun convertidas en candiles, se
repitan cada cierto tiempo por nuestras plazas y calles
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