Ayer, entre comentarios más o menos jocosos sobre los controladores, un vídeo colgado por una amiga me llamó la atención en mi muro de facebook. Tenía un simple comentario que desentonaba con el resto: “Espero que os haga temblar el alma como a mí”. Y vaya si lo hizo. Es una historia real, de superación y de amor, ocurrida en 1989 en Australia, durante la celebración del durísimo triathlon “Ironman” Así que hoy lo traigo aquí, como recordatorio de todos esos héroes anónimos que bajo la misma premisa de la superación y el amor se dejan la piel por sus hijos. Porque siempre recordamos a nuestras madres y pocas veces agradecemos a los padres todo lo que han hecho por nosotros.
Ni Aragón, ni Cataluña, ni Valencia son entidades anteriores a la Edad Media. Hasta 1163, con Alfonso II, no se distinguirá entre reino y corona de Aragón. En la Corona tendrán cabida todos los reinos, condados y señoríos que guardan algún tipo de dependencia con el rey aragonés. Esta existencia de diversas entidades autónomas en muchos aspectos, solo es entendible desde la expansión territorial a costa de los reinos musulmanes del sur. En esa expansión los nobles irán recibiendo tierras y beneficios. Expansión que acabará chocando con la realizada por el condado catalán. Con respecto a Cataluña, entrará a formar parte de la corona después del casamiento de Petronila (hija de Ramiro II de Aragón) con Ramón Berenguer IV, conde de Cataluña, quien, a pesar de ejercer como tal, no toma el título real. Durante el siglo XIII la Corona de Aragón continúa con su política expansionista hacía el norte, pero tras el Tratado de Almizrad de 1244 y la derrota de Pedro el Católico en Muret,
Comentarios