-Os veo cambiado, Williams- dijo lord Walter cuando su hijo entró en la casa-. ¿Qué os ocurre? -Nada, padre, el cansancio del paseo diario. Lord Walter negó con la cabeza. Era un hombre corpulento, te tez clara y pelo canoso. Su rostro siempre había mostrado jovialidad pero desde el regreso de su hijo de la guerra contra los boers su carácter había cambiado y, en los pocos meses que habían transcurrido desde la llegada de William, parecía haber envejecido. Observó al joven que antes de irse a la guerra africana podría decirse que era altivo, incluso altanero, pero ahora se mostraba sumiso y dispuesto a plegarse a los deseos de su padre. Y eso le sacaba de quicio. Prefería el joven impetuoso que le recordaba a él mismo antes que este nuevo William, callado y triste. Pero ese día algo parecía haber cambiado en el joven. -Debo insistir, William, ¿Qué os ha ocurrido? -Me he encontrado con alguien, padre. No es nada. -¿Quién es ella? –preguntó el viejo lord con un tono de picardía en la
Blog personal del historiador y escritor Javier Fornell. Un viaje por una vida pasada, futura e imaginada.