En la sierra de Cádiz, en la población de San José del Valle, se encuentra el castillo de Gigonza o Baños de Gigonza. Un castillo de origen musulmán enclavado en una antigua población romana. Pero el castillo, convertido en baños termales durante el pasado siglo XX guarda un secreto entre sus viejas paredes. Dice la leyenda que perteneció a un rey moro, que acudió a la corte de los Ponce de León, señores de Arcos y dueños del castillo. Aquel caudillo, vencido en injusto combate, amenazo a los presentes. Aquel que retirase o tocar su camisa sería maldito para siempre y la muerte le seguiría allí donde fuese. Aun hoy, en una Torre del Homenaje que se mantiene de píe solo Dios sabe como, se guarda una camisola blanca. Creo recordar que en un armario en la segunda planta, con viejos cristales abombados por el paso del tiempo. Tal vez protegido por los problemas de la escalera, que cruje bajo cada paso dado avisando que únicamente las palomas que ahora habitan el palomar que cubre el antiguo patio de armas. O tal vez protegido por el alma del guerrero que desde su paraíso vigila que nadie toque aquella prenda que un día cubrió su armadura.
Ni Aragón, ni Cataluña, ni Valencia son entidades anteriores a la Edad Media. Hasta 1163, con Alfonso II, no se distinguirá entre reino y corona de Aragón. En la Corona tendrán cabida todos los reinos, condados y señoríos que guardan algún tipo de dependencia con el rey aragonés. Esta existencia de diversas entidades autónomas en muchos aspectos, solo es entendible desde la expansión territorial a costa de los reinos musulmanes del sur. En esa expansión los nobles irán recibiendo tierras y beneficios. Expansión que acabará chocando con la realizada por el condado catalán. Con respecto a Cataluña, entrará a formar parte de la corona después del casamiento de Petronila (hija de Ramiro II de Aragón) con Ramón Berenguer IV, conde de Cataluña, quien, a pesar de ejercer como tal, no toma el título real. Durante el siglo XIII la Corona de Aragón continúa con su política expansionista hacía el norte, pero tras el Tratado de Almizrad de 1244 y la derrota de Pedro el Católico en Muret,
Comentarios
menos hace unos anos cuando me colé para hacerle un estudio castellologico.... Sin permiso del dueño que, si mal no recuerdo, era un policía local jajaja