Ya sé que dirán que es imposible hablar de belleza en una enemistad. Pero lo es. Porque la enemistad congenita nos hace mejores. Nos hace intentar ser mejores que nuestro defenestrado archienemigo que, en no pocas ocasiones, comenzó siendo amigo. Mi archienemigo es quién es. No lo diré. Compartimos mucho y fuimos amigos un tiempo, un par de años. Pese a que otros con los que también hice amistad me recomendaron que no me acercase a él. Sin embargo lo hice, y algunas de sus historias las han leído aquí.
Poco a poco nuestra amistad se tornó en rivalidad. Los dos elegimos el mismo campo de acción: el medieval. Los dos contamos con un mismo maestro, que al más puro estilo Obi Wan se encontró con que uno de nosotros –no diré quién- cayó en el lado oscuro de la fuerza. Los dos hicimos tesina y aspiramos a la Universidad –yo no he llegado a ella… aún- Los dos deseamos ser investigadores. Los dos pujamos por las mismas cosas muchas veces. Siempre los dos. Hasta que los dos nos convertimos en archienemigos.
Pero, sabe, esa archienemistad me ha hecho más fuerte. Más sabio. Mejor. Y supongo que a él también. Porque él se convirtió en mi meta a superar. Y creo que en no pocas ocasiones lo he conseguido. Y más importante aún, y al igual que pasa con los amigos, mi vida sin su presencia en ella pierde parte de su valor. Y ahora que él está lejos de esta tierra gaditana, echo en falta su presencia y me doy cuenta de que, en el fondo, más que mi archienemigo siempre fue mi amigo.
Comentarios
oye Cathan, no escribas tanto, que me da envidia xD
Y eso de envenenarlo no me va mucho. Demasiado sutil. Si algún día lo mato quiero mis diez segundos de gloria en "España Directo"
Sí que es verdad que uno se motiva con ese archienemigo donde los haya. Pero el problema viene si ese archienemigo al que tratar de superar todo el tiempo como una motivación es uno mismo...
Y avisaré, si algún día aparezco en España Directo lo diré.
Bueno, no hace falta ser un lumbreras para descubrir quién es conociendo el maravilloso mundillo gaditano. Te puedo decir que hay una diferencia fundamental: él es tonto y tú no.
Pues sí, el tonto ha llegado a la universidad pero ya sabemos cómo y a cuál.
Insisto, me pido lo del tiro, y eso que a mí no me cae, ni bien ni mal.
PD: Mejor este diseño de blog.
Un saludo
Y respecto al diseño... me salió un muro y no sabía cómo quitarlo. Este no termina de gustarme, pero mejor que la pared de ladrillos. Miraré tu articulo Snake.
Él Puede.
Tiempo al tiempo.