Pero el descubrimiento, más allá de su interés arquitectónico, -y de la curiosa "noticia" dada en primicia 5 meses después- me hace preguntarme si realmente el Qadix musulmán era una villa de pescadores. Y la respuesta que viene a mi mente es la misma que ya me acecha desde hace tiempo: no. Solo si nos encontramos ante un núcleo comercial de cierta importancia en el sur peninsular tendría sentido la existencia de esa muralla. Y, más importante aún, la continuidad de lazos con el reino de Fez -al que pertenece Cádiz hasta la conquista de Alfonso X- y la rápida entrada de la ciudad en los circuitos comerciales del Mediterráneo tras esa misma conquista. Cada día somos más los que creemos que –como defiende Rumeu de Armas- la ciudad de Cádiz sufrió una transformación menor de la creída, con la simple sustitución de la población musulmana por otra cristiana, pero con el mantenimiento de una élite comercial de origen genovés que, a lo largo del s. XIV acabaría ocupando (copando, habría que decir) todos los puestos de poder de la ciudad.
Hemos de alegrarnos, por tanto, de este descubrimiento que viene a dar algo de luz a nuestro pasado más oculto. Y, en esa luz, nos muestra que las viejas teorías, la negatividad con la que siempre se miró a nuestra Edad Media, no es más que un reflejo del oscurantismo que ha caído sobre esa época por la falta de fuentes con que sí cuentan otras etapas de nuestra Historia.
Comentarios
besitos
Comencé hablando de la Edad Media gaditana -porque es mi especialidad, más que nada- pero sí, creo que seguiré hablando de otras épocas de Cádiz.
¡Para que luego digan que no este blog no es interactivo! ^^