Mientras me hablabas y yo te miraba,
se detuvo el tiempo en medio instante:
el amor me llamaba y yo le obedecía.
Mientras me susurrabas y yo te amaba,
se alzaron los sentimientos,
mandó tu voz,
el cielo se hizo visible en tus ojos,
y yo pronuncié el querer en tus labios.
Fue una mirada,
un frenesí de besos,
una lujuria de sentimientos.
Fue un instante sin fin,
sin tiempo para soñar.
Y entonces despertamos,
... y seguimos amándonos
se detuvo el tiempo en medio instante:
el amor me llamaba y yo le obedecía.
Mientras me susurrabas y yo te amaba,
se alzaron los sentimientos,
mandó tu voz,
el cielo se hizo visible en tus ojos,
y yo pronuncié el querer en tus labios.
Fue una mirada,
un frenesí de besos,
una lujuria de sentimientos.
Fue un instante sin fin,
sin tiempo para soñar.
Y entonces despertamos,
... y seguimos amándonos
Él ocultó su rostro entre sus manos, avergonzado. Recogió su bolígrafo y esperó impaciente el final de la clase. Al terminar muchos se acercaron, solo para acompañarlo en su pesar.
-Por una vez,- dijo- hubiera deseado ser mujer. Entonces no me abría recitado, solo me abría expulsado.
Comentarios
Feliz año :)
Pero, pese a todo, hay que decir que sus clases eran de las más amenas y mejores que se podían tener en la UCA.