Ando leyendo "Niebla" de Unamuno, y su frase Nihil cognitum quin praevolitum (Solo se conoce lo que se desea) me ha llamado la atención por la verdad que se esconde tras ella. Yo también, como don Miguel, creo que sólo el deseo nos hace crecer, conocer, amar, avanzar. Mientras que desear lo conocido nos convierte en conformistas estancados en nuestras vidas. Nos impide abrir nuestras mentes y mirar más allá de nuestros limites existenciales. Desear algo, luchar por conseguirlo, o construirlo con tu propio sudor, es el verdadero motor del crecimiento humano. Y, cuando ya lo conoces y sabes si es lo que buscabas o no, hay que seguir adelante. Así, hasta el último día de nuestras vidas. Sin pensar si lo alcanzado terminó en fracaso o triunfo ya que, cada deseo conocido, nos hará más ricos, sabios y. por tanto, mejores. Nos habrá obligado a avanzar conociendo nuevas metas, abriendo nuevos caminos. Así que, como Augusto, yo también me digo en mi vida Nihil cognitum quin pr
Comentarios
No es nada nuevo. Lo hicieron los nazis. Lo hicieron los EE.UU. con sus proyectos eugenésicos a principios del XX. Lo hicieron prácticamente todas las sociedades occidentales desde mediados del XIX.
De todas formas, no es menos cierto que todos somos diferentes. Yo no puedo ponerme a descargar un camión de muebles ni resolver un problema matemático, por ejemplo. Y eso es lo bonito de las diferencias.
La igualdad es aburrida. Y, además, caer en el error de considerarnos a todos iguales puede llevar a que, algún día, alguien decida que yo debo hacer la mudanza de tu casa.