Ando leyendo "Niebla" de Unamuno, y su frase Nihil cognitum quin praevolitum (Solo se conoce lo que se desea) me ha llamado la atención por la verdad que se esconde tras ella. Yo también, como don Miguel, creo que sólo el deseo nos hace crecer, conocer, amar, avanzar. Mientras que desear lo conocido nos convierte en conformistas estancados en nuestras vidas. Nos impide abrir nuestras mentes y mirar más allá de nuestros limites existenciales.
Desear algo, luchar por conseguirlo, o construirlo con tu propio sudor, es el verdadero motor del crecimiento humano. Y, cuando ya lo conoces y sabes si es lo que buscabas o no, hay que seguir adelante. Así, hasta el último día de nuestras vidas.
Sin pensar si lo alcanzado terminó en fracaso o triunfo ya que, cada deseo conocido, nos hará más ricos, sabios y. por tanto, mejores. Nos habrá obligado a avanzar conociendo nuevas metas, abriendo nuevos caminos. Así que, como Augusto, yo también me digo en mi vida Nihil cognitum quin praevoli…
Comentarios
El paraiso es haber nacido en otro país y haberte colado en España ilegalmente, trabajando catorce horas en una plantación sin papeles, cohabitando quince personas un piso con un solo baño y dos dormitorios, mandando la mitad del sueldo a una familia de la que apenas sabes nada.
El paraiso es que un día llamen a tu puerta dos señores de uniforme que son puros armarios empotrados, policías ellos, que preguntan por un ilegal llamado fulano de tal.
El paraiso es saber que preguntan por el vecino de enfrente.
Pero no, el susto te lo llevas, me quedo con mi paraiso hasta que me cuele de inmigrante ilegal en Marruecos para buscar trabajo.