Debo reconocerlo, conocer a Sheldon de The Big Band Theory me ha cambiado la vida. Con él he descubierto la verdad: soy una mejora de la especie. Me están desapareciendo los dedos meñiques de los pies y los colmillos. Y a eso se une que mi ego está creciendo y mi intelecto no baja. En definitiva, empiezo a rozar la perfección, lo que quiere decir que, o bien soy una nueva especie (un Homo Nova, tal vez), o bien soy dios.
Y como me gusta más lo segundo que lo primero, he decidido que debo ser dios. No me miren así, no estoy loco, simplemente sus mentes inferiores no pueden alcanzar la explicación de mi divinidad. Porque, además de ser dios, soy un misterio. Soy una trinidad: dios, Cathan y Batman.
Soy dios porque soy dios, eso no tiene más vuelta.
Soy Cathan porque ese es quien soy en la tierra.
Y soy Batman, porque una amiga dice que Chistian Bale es dios, y como yo soy dios, soy Bale, pero Bale es Batman, así que como en toda trinidad hay un pájaro, yo soy un murciélago. Y entre ser Batman o un vampiro –como Bracula- prefiero ser un superhéroe.
Y he aquí mis mandamientos:
-Amarás a los gordos, aunque hayan adelgazado, más que a ti mismo.
-No harás deporte.
-Santificarás el fin de semana: durmiendo o, en su defecto, comiendo.
-No tomarás productos light.
-Amarás a dios, yo, sobre todas las cosas... menos sobre George R. Martin y Appel. Y, tal vez, el Cádiz.
Comentarios
Quien dice que que Bale es dios, aunque no asegura que sea yo -que lo soy- es Ale (que tiene blog ahí al ladito aunque un poco parado).
A dios lo que es de dios y a Ale lo que es de Ale.
jajajaja