Recuerdo aquella clase con cariño. Fue la primera del segundo año de carrera, y la primera de muchos alumnos. D. Juan López era un hombre mayor, que imponía respeto. Más aún cuando era el decano de nuestra Facultad. Cuando ese hombre comenzó a hablar, el rostro de los alumnos de primer curso empezó a torcerse por el miedo: -Hoy es vuestra primera clase. Los de segundo ya no tenéis mucho remedio, pero vosotros, los de primero aún estáis a tiempo de salvaros. Porque estudiar Historia es de fracasados. Vosotros seréis unos fracasados, como las putas de mis hijas, que no hacen nada en esta vida. Aún podéis salvaros, no ser como ellas.... corred y cambiad de carreras. No sé si alguno lo hizo. Yo no. Ya conocía el discurso, lo daba cada año antes de comenzar un curso que se resumía en cinco folios y dos preguntas: Sócrates y los sofistas, aunque la asignatura fuese Filosofía Antigua y Medieval. Por cierto, estuve a punto de dejar la asignatura por imposible al no lograr aproba
Blog personal del historiador y escritor Javier Fornell. Un viaje por una vida pasada, futura e imaginada.