Estoy preocupado, mucho. Me estoy quedando calvo y, según dice el gurú de la izquierda bolivariana Evo Morales, eso es culpa de haber comido mucho pollo transgénico en mi vida. Y como el subsodicho ha dicho que además de calvo te vuelves gay, pues estoy acongojado como un pollo en una carnicería. Pero no porque el individuo de marras haya dicho tamaña barbaridad sino porque la progresía española, de dedo y ceja, ahora guarda silencio. Si la salida de gallinero hubiera venido de manos de algún intelectual con sotana todos ellos estarían en las puertas de sus casas gritando a los cuatro vientos en contra de la Iglesia. Pero como quien dice que la homsexualidad y la calvicie son consecuencias del pollo transgénico es el amigo de los chalecos de rallas, Zapatero y el ex dictador de Chavez, pues no importa nada. No importa que lance al aire acusaciones homofobas, ni que achaque que la homosexualidad es una enfermedad, ni que abra la puerta a que se pueda contagiar (si se transmite por comer pollo, es una enfermedad contagiosa).
Ahora nada de eso importa. Se silencia la barbaridad y se le rien las gracias. Y a mi me da pena. Me da pena porque observo que no se miden con el mismo rasero a las personas. Porque si algo viene de la izquierda se perdona sin importar la barbarie ni la crueldad (véase que Fidel Castro o Pol Pot y Mao son liberadores de su pueblo, otros son dictadores) y si viene de la Iglesia se acusa a todos sus miembros sin excepción de ser racistas, homofobos o pedófilos. Que cada uno miré dónde lanza la piedra. Yo, por mi parte, seguiré comiendo pollo sabiendo que mi calvicie no tiene nada que ver con el animal de gallinero y que no me contagiare de homosexualidad por la misma razón. Y seguiré criticando a aquellos que dicen este tipo de polladas sin importarme que vistan sotana o chaleco de rallas.
Comentarios
Pero, por supuesto, que la pedofilia en la iglesia tiene que ser condenado, pero no por ser una VERGUENZA sino una autentica abominación que personas que se suponen dedican su vida a los demás, aprovechen su condición para maltratar, violar y mancillar a niños como han hecho.
Y eso me parece reprochable y es lo que digo hoy. No que sean comparable las palabras dichas por Evo Morales y la pedofilia. Solo que si esas mismas palabras hubieran sido dichas por un obispo, otro pollo cantaría.
Pero aquí parece que todos los males del mundo son provocados por la Iglesia. Pues es más fácil quitarla que a Evo Morales o Hugo Chavez o Castro. Basta con que no le hagas caso y ya sale de tu vida.
Yo, cuando no pertenezco a una institución no sigo sus normas. Es tan fácil como esto y como la Iglesia no tiene BOE el seguirla o no es algo personal.
Y dicho esto estoy de acuerdo con Javi, si esto lo dice cualquier cura o monja hubiesen abierto ciertos medios de comunicación sus cabeceras diciendo "La Iglesia dice..." pero como es alguiien de izquierdas entonces es sólo una chorrada.
Pues esa chorrada la dice el dirigente de un pais como Bolivia, que si tiene capacidad de legislar y marcar su santa voluntad.
Pero no puedo dejar de enfadarme al ver como el progresismo que ataca a toda la Iglesia por los crímenes de unos pocos (la Iglesia la forma millones de personas) pide a gritos el indulto del pedofilo condenado y huido de la justicia Romans Polanski. No puedo dejar de sorprenderme de que los mismos que ahora callan por estas declaraciones homofobas aún traen a colación las barrabasadas dichas por un obispo español que ya está apartado de su cargo por lo mismo.
Así que sí, mezclo churras con merinas porque de lo que hablo es de la hipocresía de ciertos sectores de la sociedad que en su cortedad de miras niegan las cosas buenas que pueda tener su contrario ideológico y, por supuesto, todo lo malo que venga, en este caso, de la izquierda.
Yo critico por igual y no se me caen los anillos por decir que determinadas cosas de la Iglesia son malas, pero que otras muchas son muy buenas. Que por cada hijo de puta que hay dentro, hay cientos de miles de personas bondadosas. Que por cada cura que viola, hay cientos que dan su vida por los demás. Y ninguno de esos merece que se les meta en el mismo saco que a los otros cabrones.
Y, por supuesto, como dice Anónimo, la Iglesia es un gran club que tiene sus normas. Si no quieres seguirlas, no lo hagas. A mi no me importa el Madrid y si dicen que para ser socio hay que andar a cuatro patas, me da igual. La Iglesia habla para sus miembros, hoy más que nunca. El resto, no debería molestarse.